Hablemos de la IA en la Educación
- Milena Giraldo
- 6 nov 2024
- 5 Min. de lectura

La tecnología ha avanzado a pasos agigantados, y quienes nacimos en las décadas de los 70 y 80 hemos tenido el privilegio de ver su desarrollo y adaptación. Mientras algunos hemos experimentado y crecido junto a estos avances, otros han quedado atrás debido a un miedo inculcado hacia la tecnología y la idea de que “los robots nos reemplazarán”. Sin embargo, la tecnología sigue avanzando y lejos de detenerse, ha tomado un papel fundamental en todos los ámbitos de la vida, especialmente en la educación.
Tecnología y Educación: Una Evolución Histórica
Mirando hacia atrás, podemos ver cómo la educación ha sido impactada por el progreso tecnológico. Antes, se solía tomar nota de cada palabra del maestro en los cuadernos, ya que muchos estudiantes no tenían acceso a libros propios y debían depender de lo que el docente enseñaba en clase. Años después, el acceso a bibliotecas y enciclopedias abrió nuevas oportunidades de aprendizaje, aunque todavía requería una inmensa cantidad de lectura y tiempo para obtener la información deseada. Con la llegada de las máquinas de escribir, el panorama cambió: los estudiantes podían presentar trabajos más legibles y prolijos.
Con el surgimiento de las computadoras en los 80 y 90, tener una en casa era un privilegio. La llegada de internet poco después amplió enormemente el acceso a la información. Esta transición fue tan rápida que, de un momento a otro, vimos cómo las herramientas digitales se convirtieron en parte esencial de la vida cotidiana, y ahora, en la actualidad, la inteligencia artificial (IA) está revolucionando el campo educativo.
La IA en la Educación: ¿Aliado o Amenaza?
En el ámbito educativo, la IA tiene el potencial de ser tanto una ayuda valiosa como una fuente de preocupación. Un estudio de Gardner (1983) sobre la inteligencia sugiere que el verdadero aprendizaje proviene de la diversidad de enfoques. Así, la IA podría ser una herramienta que potencie la comprensión y la diversidad de perspectivas en el aprendizaje, ayudando a los estudiantes a explorar contenidos más allá de lo que podría proporcionar un libro tradicional.
No obstante, existe el riesgo de que la IA se convierta en un “atajo” que fomente la pereza intelectual, algo que preocupa a muchos educadores. Desde el punto de vista de la psicología educativa, Jerome Bruner (1966) sugiere que el aprendizaje es efectivo cuando el estudiante está activamente involucrado en el proceso de descubrimiento. Si se usa de forma inadecuada, la IA podría reducir el esfuerzo de los estudiantes, convirtiéndose en una herramienta que facilita respuestas rápidas sin el esfuerzo de aprender. En este sentido, los docentes enfrentan el reto de evitar que la IA se convierta en un mecanismo que disminuya el aprendizaje significativo y el desarrollo del pensamiento crítico.
Estrategias para Docentes en la Era de la IA
En lugar de convertirse en “policías” que vigilan el uso de la IA para prevenir plagios y trampas, los docentes pueden adoptar estrategias para usar la IA como una herramienta de crecimiento intelectual. Aquí algunas sugerencias:
Evitar las tareas para casa y promover el trabajo en el aula: Siguiendo el enfoque de Vygotsky (1978), el aprendizaje ocurre en un contexto social donde la interacción con otros y la orientación del docente son cruciales. Al evitar tareas para el hogar, el maestro asegura que los estudiantes usen sus capacidades en el aula, donde se puede observar y guiar su aprendizaje. Dejar la práctica para casa puede llevar a que los estudiantes, en lugar de procesar el conocimiento, simplemente utilicen la IA para encontrar respuestas, sin involucrarse realmente en el aprendizaje.
Integrar la IA en actividades de investigación en el aula: En lugar de prohibir el uso de dispositivos, se puede permitir que los estudiantes realicen investigaciones controladas. Por ejemplo, se les puede pedir que comparen la información generada por una IA con otras fuentes confiables y analicen las diferencias. Esto puede incentivar el pensamiento crítico y la capacidad de análisis.
Incentivar la creación de preguntas, no solo respuestas: Para fomentar la curiosidad, el docente puede pedir a los estudiantes que formulen preguntas profundas y complejas sobre un tema, las cuales luego investigarán usando IA y otros recursos. Este enfoque no solo promueve el uso ético de la IA, sino que también fortalece las conexiones neuronales y la neuroplasticidad, factores clave en el aprendizaje y desarrollo cerebral, según Doidge (2007).
Ejemplos en Práctica
Para ilustrar estas estrategias en acción, imaginemos una clase de historia donde el docente presenta un evento histórico, como la Revolución Francesa, y permite que los estudiantes usen una IA para investigar causas y efectos de dicho evento. En lugar de solo recopilar datos, los estudiantes deben evaluar las diferentes interpretaciones de los eventos y formular una postura crítica.
En una clase de ciencias, el docente podría pedir a los estudiantes que diseñen un experimento de física y utilicen IA para simular los posibles resultados, promoviendo así el aprendizaje experiencial y el pensamiento de diseño. De esta forma, la IA se convierte en un recurso de exploración y análisis, no un atajo.
Neuroplasticidad y Aprendizaje Activo
Al aplicar este tipo de estrategias, los estudiantes están participando activamente en su aprendizaje, lo cual promueve la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para crear y fortalecer conexiones neuronales en respuesta a nuevos desafíos (Doidge, 2007). Cuando los estudiantes enfrentan tareas cognitivas complejas en lugar de respuestas fáciles proporcionadas por la IA, su cerebro se adapta y mejora en términos de memoria, creatividad y pensamiento crítico.
Conclusión
El rol del docente en la era de la IA es fundamental. No se trata de prohibir el uso de tecnología, sino de guiar a los estudiantes a emplearla con criterio, promoviendo así un aprendizaje profundo y significativo. La IA llegó para quedarse, y depende de nosotros, los educadores, convertirla en un aliado. En palabras de Howard Gardner, la educación debe preparar a los estudiantes para que comprendan el mundo desde múltiples perspectivas y se adapten a un entorno que cambia constantemente.
Este desafío nos invita a ser maestros que motiven, que despierten la curiosidad y que guíen a sus estudiantes a usar la IA como una herramienta para enriquecer su conocimiento, y no solo como un medio para evadir el esfuerzo. En la sección de recursos descargables hemos dejado un listado de diferentes paginas que puedes usar para introducir la IA en tu aula.
Referencias
- Bruner, J. S. (1966). Toward a Theory of Instruction. Cambridge, MA: Harvard University Press.
- Castells, M. (2000). The Rise of the Network Society. Oxford: Blackwell.
- Doidge, N. (2007). The Brain That Changes Itself: Stories of Personal Triumph from the Frontiers of Brain Science. Penguin.
- Gardner, H. (1983). Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences. Basic Books.
- Piaget, J. (1936). The Origins of Intelligence in Children.
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